domingo, 11 de abril de 2010

Crónica del Ponferradina-Izarra (4-1) publicada en La Crónica de León

El Toralín tiene ganas de fiesta

Hasta en las goleadas, la Segunda B quiere mantener su identidad.
Ayer la Ponferradina festejó con una goleada su clasificación matemática para el 'playoff' y otro más hacia el primer puesto.
Le bastó una segunda parte blanda y asequible. Pero antes tuvo que soportar un primer acto en el que el fútbol bromeó poniendo facilidades que tardaron en reflejarse en el juego y en el marcador.
Antes de que el Izarra tuviera tiempo de mostrar si había ambición entre sus planes, recibió dos golpes capaces de aturdir a cualquier equipo. Primero cayó lesionado su referencia en ataque, Koeman, que no pudo seguir. Tres minutos después, el central Álvaro Corral se enfangó en un lío con el balón y se lo dejó arrebatar por De Paula. Tratando de remediar el desaguisado, derribó al ariete cuando este se iba solo hacia el portero.
La Ponferradina recibió la indiscutible expulsión como una promesa de facilidades. Pero el Izarra la acogió como el argumento irrechazable para acantonarse en su campo y con cierto heroísmo al estilo numantino.
Y así, los blanquiazules, con la misma carencia de ideas que venían mostrando desde el principio, se encontraron con un rival decidido a resistir y a vender caro cada centímetro de terreno.
Entre Lizoain, sustituto de Koeman como hombre más adelantado, y el último defensa, apenas un puñado de metros plagados de piernas, espesura y obstáculos para el balón y la mente.
Y, para redondear el ambiente extraño de la tarde, el Izarra se encontró con un premio gordo en su primera incursión en el área de Mackay. Candela trató de frenar las tímidas intenciones de Ederra y el árbitro tiró de rigurosidad para castigar el forcejeo con un penalti. Conget lo aprovechó sin problemas. Cualquier parecido entre el marcador y el partido, pura coincidencia.
La Deportiva se vio obligada a seguir remando contra la muralla del Izarra y contra su propia falta de inspiración, pero ahora con el lastre del gol entumeciendo aún más las ideas. Hasta el descanso, el partido siguió sumido en ese escenario turbio.
Pero después cambió el panorama. La mejoría de la Ponferradina coincidió con la entrada de Berodia y no fue casual. Su presencia elevó las dosis de inspiración y desembocó en tres goles que dinamitaron el partido en cuatro minutos. Primero Víctor Salas remató solo tras un córner que envenenó Berodia, después Rubén Vega cabeceó a la red un gran centro del ex del Zamora y este redondeó la faena con una brillante pared con De Paula y un disparo que rechazó el portero para facilitar el gol del ariete.
Y así, la tarde hasta entonces plomiza se convirtió en feliz.
El Toralín tiene ganas de fiesta y aprovechó el rato que quedaba para demostrarlo. Celebró el cuarto, que nació en una cabalgada de Rubén Vega y concluyó con un certero remate de De Paula en el primer palo. E hizo la ola y repartió aplausos en busca de más goles.
El portero del Izarra apareció para evitarlos y enmendar sus concesiones anteriores. Pero da igual. La fiesta ya estaba en marcha y sonó a anticipo del ambiente que quiere la Ponferradina para afrontar los retos que están por venir en lo que queda.

miércoles, 7 de abril de 2010

El Roto



El Roto publica diariamente sus ácidas viñetas en El País. Algunas son buenas. La mayoría son muy buenas. Como esta.

martes, 6 de abril de 2010

El Necio. Silvio Rodríguez




Ahí va una estupenda canción de Silvio Rodríguez. Habla de la firmeza en las ideas frente a los cantos de sirena más o menos bestias para cambiar.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Crónica del partido Ponferradina-Celta B (3-0), publicada en La Crónica de León (29-3-2010)

La Deportiva se regala una goleada

En El Toralín se había visto casi todo. La Liga ha deparado partidos muy diferentes. Éxitos, derrotas, victorias convincentes, triunfos sufridos, tropiezos y solvencia. Pero todavía quedaban cosas por ver. Faltaba, por ejemplo, contemplar a un rival llevando su defensa lejos del área para demostrar su valor y su ambición.
Y faltaba también disfrutando a la Ponferradina ganar con amplitud, con aparente comodidad, hasta con cierta relajación.
Ayer ocurrieron todas esas cosas. El Celta B se fue inapelablemente derrotado, pero engrandecido por su propuesta. Y la Ponferradina se regaló una goleada plácida, dejando los nervios para otro día. Además, para perfeccionar la jornada, distancia aún más al Eibar. El previsible mano a mano entre ambos se ha convertido en las últimas jornadas en un monólogo blanquiazul que, si no habláramos de fútbol, podría parecer irrevocable. Para no hacer predicciones que puedan quedar en ridículo, baste la frialdad elocuente de los números. El líder aventaja al segundo en ocho puntos más el 'goal average' y quedan siete jornadas.
Con este panorama, la Deportiva está feliz. Las victorias viajeras ante el Osasuna B y el Montañeros, especialmente la última y su fiesta para los aficionados, han acentuado la alegría del equipo. Además, el Eibar está ayudando con sus tropiezos. Así, sólo faltaba una jornada como la de ayer, con victoria generosa en goles y escasa en sobresaltos.
El equipo dominó el partido como domina la Liga. Reaccionó ante la propuesta valiente del Celta B igual que lo hace ante la racanería de la mayoría de sus rivales. Adaptó con inteligencia su caudal ofensivo a las características de la tarde y consiguió encontrar los puntos débiles del contrario. A la vez, se mostró de nuevo impecable en la labor defensiva y dio la sensación de ser invulnerable, porque cuando alguien sobrepasa a la zaga, aparece un Mackay cada vez más grande.
La primera media hora aún permitió algo de incertidumbre porque el marcador estuvo tranquilo. Fue el tramo más apropiado para valorar y agradecer el planteamiento del Celta B, un equipo que está haciendo una temporada enorme y está contribuyendo a dignificar la categoría demostrando que también se puede hacer buen fútbol en estos territorios.
Pero su acto de fe y coraje se quedó sin premio en dos minutos.
La Ponferradina empezó a romper el partido tras un córner del que nació una jugada larga. La pelota acabó desembocando en Yuri, un futbolista cada vez más entonado y que apunta grandes cosas de cara a los momentos vibrantes que están por llegar. Desde la línea de fondo puso el balón en el otro costado del área y allí apareció Jonathan Valle para enviarlo a la portería con un derechazo.
El Celta B, siempre valiente, trató de reaccionar creando una ocasión inmediata que desbarató Mackay, pero la respuesta de la Deportiva fue letal. En la contra, Candela asistió a De Paula y el ariete se plantó sólo ante Sergio para batirle con toda elegancia. Dos tiros a puerta y dos goles.
El tercero llevó el mismo camino, con el añadido de que fue ya tras el descanso y sirvió para clausurar definitivamente el partido.
En este caso, Jonathan Valle se aprovechó de una defensa ya aturdida y entregó una asistencia perfecta para que De Paula sellase el doblete.
Desde ahí, la Ponferradina aprovechó para divertirse mientras buscaba un marcador aún más lustroso. Y el Celta se encargó de permitir a Mackay una actuación impecable con paradas de auténtico mérito.
Y la cosa acabó con cánticos, con olés y con el Eibar más lejos que nunca. La Ponferradina está feliz y, a veces, el fútbol premia a la alegría.

jueves, 23 de abril de 2009

Recomendaciones y algo de fútbol

Lo lógico sería escribir directamente sobre fútbol. A fin de cuentas, esa es la excusa principal de El balón por el piso y, especialmente, de nuestro joven y querido Deporte8. Lo que pasa es que las ganas se espantan cuando uno es del Real Madrid y viene de ilusionarse con la surrealista y épica victoria ante el Getafe y de decepcionarse envidiosa y cutremente con la contundente goleada del Barça al Sevilla. Tampoco anima demasiado la Deportiva, porque el momento actual no es especialmente literario, con la fase de ascenso casi asegurada, pero no lo suficiente como para no temer lo de vender la piel del oso antes de matarlo.
Así que vence la tentación de recomendar la película 'Alguien voló sobre el nido del cuco' a quien no la haya visto todavía. O de decepcionarse públicamente por el cambalache de Rosa Aguilar, una política que ha preferido guardar en el armario sus ropajes de dignidad a cambio de arrimarse al sol que más calienta. O de animar a olvidar la crisis gastando un puñado de pasta en libros aprovechando las ferias de estos días, que eso nunca viene mal. Quizá una recopilación de la poesía del imprescindible Julio Llamazares que está al caer, si no ha caído ya.
En fin, ahí queda eso. Y también algo de fútbol. Lemona está en el horizonte blanquiazul. Arlonagusía tiene fama de ser uno de los campos más complicados de la categoría. Alguna leyenda dice que su marcador no tiene número más alto que el dos, y que este sólo aparece en ocasiones especiales. Así que no hay mejor forma de viajar allí que con los deberes casi hechos. De esta manera, la presión se queda en casa y sólo queda jugar con calma, convicción y ganas de finiquitar la clasificación para la fase de ascenso por la vía rápida.

miércoles, 8 de abril de 2009

La hora de los valientes

La Ponferradina está ya de lleno en la hora de los valientes. Quedan cinco jornadas y ya no hay margen para las dudas, para los debates y para los miedos. A pesar de su desconcertante irregularidad, el equipo llega muy bien colocado al tramo decisivo de la temporada. Depende de sus propias fuerzas y de su fe.
En este momento, no hay tiempo para pararse a lamentar la mala imagen ante el Ciudad de Santiago. La rocambolesca segunda parte, en la que los blanquiazules se encargaron de demostrar lo que puede hacer el miedo con las piernas y con el cerebro, no debe servir ni para sacar conclusiones. Lo único que refleja ese mal rato es que si no se dominan los nervios puede pasar de todo.
Eso es lo único que necesita ahora la Deportiva. necesita respirar hondo, mirar al frente y disputar cada partido como si fuera el último. Si la Ponferradina logra ganar en Ferrol habrá conquistado mucha tranquilidad para lo que queda. Y ahora sólo hay que pensar en eso. No es momento para polémicas, para discutir sobre el juego del equipo, para pensar en si se rinde mejor en casa o fuera. Es el momento de hacer el trabajo sin más. Es la hora de los valientes.

lunes, 30 de marzo de 2009

El partisano

La voz cavernosa de Leonard Cohen ha convertido la canción El partisano en un emocionante escalofrío. Habla de un resistente francés que, a pesar de todo, no se rinde. No puede hacerlo aunque se haya quedado solo y le acechen los enemigos. Aunque la muerte haya mordido a los suyos y esté a punto de morderle a él mismo. No puede rendirse y, además, mantiene viva la esperanza y esta le mantiene vivo.
"Cuando cruzaron la frontera me aconsejaron que me rindiera. Yo no podía hacer eso. Cogí mi fusil y desaparecí", canta Leonard Cohen. "Por entre las tumbas sopla el viento. Pronto llegará la libertad y saldremos de estas sombras", lanza en medio de la tragedia.
Seguir luchando pase lo que pase. Me parece un buen mensaje para la vida y, por tanto, para el fútbol. Sirve para afrontar los grandes dramas, pero también para encarar las más o menos pequeñas y apasionadas cosas del balón.
La historia del partisano, convienientemente despojada de dramatismo y de dolor, le viene bien a la Ponferradina. Este año, alrededor del equipo ha cuajado la costumbre de convertir cada derrota en el juicio final. Los agoreros han hecho su agosto profetizando la inevitable desgracia blanquiazul tras cada derrota y matizando sus augurios con cada victoria. Ahora, tras lo de Lugo toca un momento feliz. Y si llega otro tropiezo regresará el desastre.
Sé que, tentiendo en cuenta la enorme velocidad a la que circula el fútbol, es imposible evitar eso. Pero hay algunas fórmulas para intentarlo. Como recurrir al partisano de Cohen. Pase lo que pase seguir luchando. Y pensar que quizá es cierto. Que a lo mejor el viento que sopla entre el miedo trae la libertad, el ascenso o lo que sea.

Ahí va un enlace para disfrutar de una magnífica versión de El partisano. Además, está subtitulada.

http://www.youtube.com/watch?v=ezCqzt3vAXw&feature=related